sábado, 18 de febrero de 2012

Lamentaciones sobre Carnaval, niños y conciliación familiar.



En estos últimos años se viene hablando mucho de la conciliación de la vida profesional y familiar. Y se ha hablado mucho, aunque muy poco se ha hecho. En la actualidad se habla menos, quizá porque con los desorbitados niveles de desempleo que sufre nuestra sociedad la preocupación se ha desplazado hacia el mantenimiento del puesto de trabajo o a encontrarlo, según sea el caso.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el carnaval y con los niños?. Vamos a verlo.

Estos días nos encontramos en tiempo de Carnaval. Las fechas festivas exactas varían en función de cada año y del lugar en el que se realicen celebraciones, pero siempre se celebra en los días inmediatamente anteriores al comienzo de la Cuaresma cristiana. Dependiendo del lugar, incluso existen localidades que recogen algunos de esos días como festividades locales (por ejemplo, el "martes de Carnaval", que suele ser el día de fin de fiesta y que suele concluir con el "entierro de la sardina", el día antes del "miércoles de ceniza", comienzo oficial del tiempo de Cuaresma).

En España, como decía, existen  municipios que incluyen esta celebración como fiesta local, pero nunca entra dentro del calendario de fiestas a nivel nacional, por lo que, por lo general, salvo esas excepciones localistas, los festejos carnavalescos no conllevan descanso laboral.

Sin embargo el colectivo docente disfruta en su calendario particular de fiesta el martes de carnaval y su correspondiente puente con el lunes adyacente. No voy a entrar en valoraciones respecto a esa prebenda, sino que mi lamentación viene dada por la organización de la celebración en sí.

Los que tenemos hijos sabemos que ese lunes-martes de carnaval debemos buscarnos una solución para poder atenderles en esos días laborables para todos excepto para los docentes. Los niños que tengan la suerte de poder contar con los abuelos, suele ser la solución más recurrida, pero si no, alguno de los progenitores deberá ausentarse de su trabajo (si puede y se lo permiten) para poder atender a la prole.

Lo curioso viene a la hora de la celebración del festejo. Ayer viernes (o sea el viernes antes del martes de Carnaval) la inmensa mayoría de niños celebraron en sus respectivos centros escolares la habitual jornada de disfraces, a la que podemos asistir las familias. Estamos hablando de viernes, día laboral, por lo que los familiares que trabajan deben optar por disculparse ante sus hijos por no poder ir a verles o por volver a ausentarse de su trabajo (si pueden y se lo permiten).

"Bueno, si no puedes ir, tampoco va a pasar nada...". Quien opine de esa manera debería pararse un momento a pensar, y a imaginarse a un hijo pequeño suyo, disfrazado con sus compañeros, buscando entre la gente a alguien de su familia sin encontrarla, mientras ve cómo el resto recibe las atenciones de sus padres y familiares que sí se han podido desplazar.

Los niños pequeños, cuando participan en una fiesta o celebración, en la que se exponen públicamente (sea un desfile de disfraces, sea una actuación musical o teatral en un escenario) tienen principalmente dos formas de disfrutar y de encontrar satisfacción: por la participación propiamente dicha junto a sus compañeros y por ser vistos por su familia. Es un error pensar que el mero hecho de participar ya les ofrece felicidad. Si eso no lo pueden compartir con los suyos, y además ven cómo sus compañeros sí pueden hacerlo, se crea un vacío en los niños que a mi no me parece nada deseable.

Retomamos los días festivos. Suma y sigue: lunes y martes de carnaval, y viernes de pre-carnaval.

Y en mi supina ignorancia a mi se me ocurre preguntarme: si las autoridades docentes disponen de la festividad del carnaval, se deduce que es para facilitar el disfrute de niños y mayores en las fiestas de disfraces en esos dos días, pero entonces... ¿porqué ese festival de disfraces del viernes, no se realiza el lunes y/o el martes de carnaval? ¿no son esos días para ello?. Por que si no ¿para qué entonces esa festividad de lunes y martes de carnaval?. ¿Qué lógica estamos siguiendo?.

Mis lamentos se los lleva el éter, pero al menos dejo constancia de los mismos, pero me gustaría saber por qué el lunes-martes de carnaval no se puede pasar a fin de semana. De esta manera el que quiera celebrar fiestas puede hacerlo y a nadie se incomoda, y se acabaría con esta sinrazón. 

Y tengo otras quejas y sugerencias respecto a la organización de los calendarios escolares, a otras fiestas como las navideñas, las estivales, etc. pero serán objeto de otras entradas.

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