Cú Chulainn, hijo de Lugh y Dectera, es el héroe mitológico irlandés por excelencia. Cuenta la leyenda que luchó hasta el momento de morir y que sus enemigos sólo decidieron atacarle cuando vieron que un cuervo se posaba en su hombro para beber de su sangre.
Cuando de niño fue a visitar a su padre adoptivo, Setanta (que era su nombre original) mató a la perra que guardaba la casa del herrero. Por ello, se cambió su nombre por el de Cú Chulainn (en irlandés, el perro de Culann) y se comprometió a hacer él mismo de perro guardián del herrero hasta que la cría de la perra creciera y pudiera guardar la casa.
Según la misma leyenda Cú Chulainn mató a su propio hijo (justo en el momento en que descubre su relación sanguínea) en el campo de batalla, lo que le hizo sufrir un ataque de rabia y dolor en el que perdió sus sentidos y comenzó a atacar todo lo que veía. Para no aumentar la tragedia, un druida lanzó un hechizo sobre cuchulain que le hizo ver las olas del mar como enemigos, luchando contra ellas hasta desplomarse de agotamiento.
Este lamento, interpretado por Davey Spillane al Uillean Pipe (o gaita irlandesa) llamado "caoineadh cu chulainn" (lamento de cú chulainn) recoge esa tragedia.
Este lamento, interpretado por Davey Spillane al Uillean Pipe (o gaita irlandesa) llamado "caoineadh cu chulainn" (lamento de cú chulainn) recoge esa tragedia.