domingo, 17 de febrero de 2013

Fred Bougouin o la nueva sonoridad del viejo arpa celta


El área de Cultura del Ayuntamiento de Colunga se ha apuntado un tanto muy importante con el concierto de arpas celtas y electroacústicas, que, a cargo de Fred Bougouin, hemos podido disfrutar en dicha localidad este sábado.

La pasada semana había elaborado una entrada en uno de los blogs en los que participo acerca de lo que presumía que iba a suponer el concierto y he de decir que no me había equivocado.


Bougouin, a quien creo recordar en un concierto en Oviedo a principios de la pasada década, formando parte del grupo "Keltiac", nos hizo degustar a escasa distancia los sonidos de estas arpas de tan exquisita sonoridad. En concreto, para este concierto, el francés contó con un arpa de cuerdas metálicas y otra eléctroacústica con cuerdas de nylon, y con la inclusión de tecnología para efectos que añadieron matices sonoros y aportaron puntos de vista alejados de la técnica pura del arpa celta galesa. Y es que, de hecho, el menor protagonismo se lo llevaron obras del folk celta (apenas un par del reconocido como último bardo en el siglo XVIII, el arpista y cantante ciego irlandés, Turlough O'Carolan) y alguna otra pieza en la que participó el también arpista asturiano Daniel García de la Cuesta, así como una versión de Felpeyu.

La utilización de secuenciador para efectos de looping (grabación de pistas en bucle, que suenan enlazadas en secuencia por sí mismas mientras el intérprete continúa tocando) aportaron novedosas sensaciones a tan tradicional instrumento, al que Bougouin sabe exprimir todas sus posibilidades, incluidas las percusivas (utilizando la tabla y la caja del arpa como caja de ritmos). De esta forma el francés nos condujo a un viaje alrededor del mundo, intercalando entre creaciones suyas evocadoras del desierto del líbano, del Asia oriental, de Italia,... otras piezas y versiones de ámbitos tan dispares como la que nos llevaba a Cuba con una versión del "Chan Chan" de Compay Segundo, a Asturias con una versión de "Los Fayeos de Mayo" de Felpeyu o a Inglaterra con una versión de "Walking on the Moon" de The Police, en lo que supuso toda una demostración de lo que puede dar de sí el instrumento unido a las nuevas tecnologías.

A Bougouin hay que agradecerle tanto su forma didáctica de llevar el concierto, como su esfuerzo con el castellano (y hasta con el asturiano). Durante casi dos horas hemos participado de un viaje musical alrededor del mundo, gracias a las arpas y las manos de este francés que ha pasado a formar parte de mi altar musical de arpa electroacústica, junto al suizo Andreas Vollenweider.

Sería muy deseable, e higiénicamente cultural, una mayor difusión de estas músicas y técnicas, a las que los gestores públicos y privados deberían estar mucho más atentos.




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