sábado, 28 de abril de 2012

Lang Lang, virtuoso al teclado pero protocolaria y diplomáticamente desacertado.


Como contrapunto a la anterior entrada de "trance-music" ahora una píldora de clásica, de la mano de uno de los más virtuosos y mediáticos pianistas del momento: Lang Lang, y de paso, una anotación interesante sobre Protocolo y Diplomacia. 

Nacido en Shenyang en 1982, a la tempranísima edad de 3 años su padre se empeñó en que comenzara a tomar clases de piano. Hasta seis horas diarias obligaba a pasarse al crío aporreando teclas... De aquello sólo podían salir dos cosas: un psicópata inadaptado social o un genio, y hemos (el niño, su padre, y todos en general) tenido suerte... salió genio.

A los 5 años ganaba el Concurso de Piano de su ciudad natal y daba su primer recital público. Desde entonces no ha dejado de asombrar al Mundo. A la genialidad hay que añadirle además la suerte y el don de la oportunidad, de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado: con 17 años, en 1999, en la Gala de la Centuria de Ravinia, el pianista titular André Watts sufría una indisposición momentos antes de comenzar el concierto. Los organizadores, entre sudores, tenían que tomar una decisión: elegir a quién "le tocaba la china"... y como el chino estaba allí, pues allá que le empujaron al escenario y se marcó un Concierto para Piano nº1 de Tchaikovsky con la Sinfónica de Chicago dirigida por Eschenbach que mereció elogios por doquier, y fué descubierto como el más excitante talento pianístico en muchos años.

Desde entonces ha tocado con las mejores orquestas del mundo y bajo la batuta de los directores más afamados, recibiendo innumerables premios.

Paralelamente a su carrera, mantiene un importante compromiso social, a través de instituciones como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, la UNICEF, de la que es embajador o la Fundación Telefónica, con la que desarrolla acciones sociales para acercar la cultura y la tecnología a la juventud.

En buena parte de sus apariciones públicas promocionales, Lang interpreta "La Campanella", estudio para piano de Franz Lizst, pieza basada en la parte final del Concierto para violín nº2 de Paganini, rondó con la armonía recalcada por una campanilla. La pieza se toca con un paso rápido en el que se practican los saltos de la mano derecha a intervalos más grandes de una octava, y se utiliza para entrenar la destreza y exactitud de los saltos grandes en el teclado y aumentar la fortaleza de los dedos más débiles. Pieza de gran dificultad en la que el pianista debe hacer intervalos grandes con la mano derecha sin apenas poder moverla y teniendo que evitar cualquier tensión muscular, y más grandes aún con la izquierda. Los trinos de anular y meñique demuestran lo desafiantemente técnica que es esta pieza. Lang demuestra una seguridad pasmosa en las pulsaciones. Exagera, se recrea y personaliza las partituras como nadie en la actualidad... es Lang Lang.




Ahora bien, se suele decir que los genios tienen su parte de despistados, su lado tonto... Quizá Lang Lang tenga su lado tonto o quizá sea demasiado listo.

El 19 de enero de 2011, durante el banquete ofrecido en la Casa Blanca en honor al Presidente de la República Popular China, Hu Jintao, Lang Lang participó interpretando al piano una melodía que él mismo presentó como "My Motherland" (Mi Patria) de la que dijo que era una bella melodía que escuchaba y se encontraba entre sus preferidas desde su infancia. Su interpretación fué ovacionada por Barak y Michelle Obama y todo su gabinete y miembros del gobierno presentes.

Hasta ahí nada raro... salvo que la cancioncilla de marras, proviene de la película "La Batalla de la Montaña Shangganling" realizada de forma propagandista por el régimen comunista en 1956, en la época de Mao Tse Tung, que reproducía la batalla homónima de la Guerra de Corea (1950-1953) en la que cientos de miles de soldados estadounidenses fueron masacrados unos, torturados otros y lavado el cerebro los restantes.

Parte de la letra de la canción en cuestión reza algo así como 

"Cuando vienen amigos, les ofrecemos bebida.
Pero cuando se acercan los chacales,
sacamos los rifles de caza".

"Chacal" era el término despectivo con el que los chinos definían durante la guerra a los norteamericanos, y ni que decir tiene que cuando esto trascendió, el "chorreo" que cayó sobre la Administración Obama todavía tiene ecos entre los ultra-patriotas estadounidenses, a la vez que en China se retorcían de las risas. 

Los Medios se hicieron eco de los hechos (como abcNews o CBSnews) y portavoces de la Casa Blanca minimizaron la cuestión diciendo que no se cantó letra alguna, sino tan sólo una inocente melodía al piano... Aunque ciertamente, Lang siempre ha manifestado que considera a China y a los EEUU como sus dos hogares, resulta muy díficil creer que esa "falta de delicadeza" fuera algo completamente inocente.

A sabiendas de que las relaciones de EEUU con China se basan en un difícil equilibrio -en ocasiones digno de los mejores acróbatas- diplomático y de que cada pestañeo que se haga en un acto público del calado del que estamos hablando debe estar perfectamente calculado, a alguien se le escapó -o no- el controlar qué era lo que se iba a interpretar, y esa labor es responsabilidad de los equipos de Protocolo.

He aquí la interpretación de marras.



Escritores conservadores norteamericanos hicieron similitudes de la desafortunada elección de Lang al hecho de que un presidente norteamericano pudiera solicitar que uno de sus artistas compatriotas tocara música de Rambo II en una visita de Estado al Vietnam.

¿Existía conocimiento por las partes de lo que iba a interpretar? ¿Fué algo improvisado o algo calculado?. De lo que no cabe duda es de que los chinos conocen perfectamente la canción y su "historia", y que se regocijaron enormemente, pero ¿ignoraba Lang el significado de la misma?.¿Es posible que un genio como él desconociera el significado? ¿es posible que haya tenido un desliz de ese calibre? ¿Ha sido malintencionado?.  ¿El desliz ha sido un descuido de la organización protocolaria?.




2 comentarios: