Llevas un tiempo usando sin problema un disco duro externo USB en Windows. De repente dejas de poder trabajar con él. Tienes datos más o menos importantes. Si tienes copia de seguridad -como deberías- los quebraderos de cabeza se minimizan. Si no, te pones a temblar. En cualquier caso, temes que te puedas quedar sin disco duro externo y además entras en modo competición con Windows.
Si es tu caso y llevas tiempo buscando solución y no encuentras, probablemente estás de enhorabuena al llegar aquí. Con poca actividad en el blog estos meses (en esta vida hay que priorizar siempre) qué mejor que volver con algo que a mí me ha llevado bastantes horas (en varios intentos, varios días) descifrar y que creo que le resultará muy útil a mucha gente.
Un disco duro externo USB dejó de resultarme operativo tras la actualización del portátil habitual de uso a Windows 8.1. En otros equipos, p ej. con Windows XP seguía funcionando tan normal. O sea, el dispositivo funcionaba, pero Windows 8.1 había dejado de reconocer la unidad. Ésta se encendía, pero no aparecía reconocida como dispositivo entre los componentes del equipo, ni en la Administración de dispositivos, ni en ninguna parte.
En mi caso concreto, el problema era de los más extraños, así que tuve que seguir todos los pasos, que, a ti, si has llegado hasta aquí, te invito igualmente a seguir.
Pasos y procedimientos a seguir:
Lo primero es saber si el dispositivo "funciona". Es lo lógico: comenzar por las obviedades, para ir descartando opciones.
Descartar problema de alimentación y de funcionamiento real: Si se trata de un disco duro de 3,5 conectado a la red hay que comprobar que la alimentación eléctrica llega correctamente, para lo cual hay que verificar que está enchufado o si hay problema incluso en el enchufe o regleta. Si el disco es de 2,5 alimentado directamente por el propio puerto USB hay que verificar que el puerto esté bien, con lo cual hay que probar que el puerto funcione con otros dispositivos, y que el dispositivo afectado funcione o no en otro puerto USB diferente (incluso en otro ordenador diferente). En ocasiones el problema viene de los pines o el conector, pero no es lo habitual. Si fuera así, el problema se reproduciría con otros dispositivos, no solo con uno, y la solución pasaría por el servicio técnico.
En ocasiones incluso el fallo puede deberse al cable USB, así que hay que probar el dispositivo con otro cable.
Otra posibilidad es que ese disco duro externo no sea compatible con Windows 8. Verifícalo en su caja, instrucciones o web del fabricante. En mi caso, el disco funcionaba con Windows 8 hasta que actualicé a 8.1, por tanto descarté la incompatibilidad.
Una vez descartado el fallo técnico de alimentación o funcionamiento real nos ponemos en manos de Windows, que -entre otras cosas- para eso le pagamos la licencia ¿o no?. Se debe Ejecutar el solucionador de problemas de hardware (Panel de Control / Solucionador de problemas / Hardware y Sonido / "Hardware y Dispositivos"). Si suena la flauta y Windows te lo soluciona puedes estar satisfecho. Si no es el caso, hay que seguir mirando.
A continuación habría que comprobar si hay problema en los controladores y si se detecta el disco duro en el Administrador de dispositivos: Panel de Control / Controladores de bus serie universal, desplegar las Controladoras de bus serie universal y observar si alguna aparece con alguna señal de alerta. En ese caso intentar actualizarla.
Otra opción a tener en cuenta es la de desinstalar los drivers del disco duro y reiniciarlo para que Windows los reinstale de nuevo.
También se deben desplegar los dispositivos y controladores, y mirar si se detecta la unidad de disco externo. En caso afirmativo, se debe desinstalar, y a continuación reiniciar el equipo. Windows se ocuparía tras el reinicio de instalar de nuevo la unidad y los correspondientes controladores (si no, se deberían buscar en la web oficial del producto). Si éste era tu caso, lo habrás solucionado.
Si no lo has solucionado, pero al menos tu caso es el de quienes ven en su bandeja que el dispositivo está conectado (o incluso la unidad aparece por algún lado, aunque no puedes hacer nada con ella) probablemente el problema esté originado por un conflicto en la asignación de la letra de la unidad (sí, a veces pasa): si varias unidades externas entran con la misma letra, el sistema podría hacerse un lío (no suele pasar, pero en ocasiones pasa). En estos casos la solución es sencilla, más o menos la que sigue (debes actuar con cuenta de Administrador): Panel de Control / Herramientas Administrativas / Administración de Equipos / Almacenamiento / Administración de Discos Ahí encontrarás tus discos duros conectados (normalmente serán un "Disco 0" los discos internos del equipo, o sea, C:/ que por defecto es el principal, también habrá un D:/ si hay una partición o el CD-Rom/DVD, también puede haber una partición para recuperación,... Y probablemente te encontrarás con un disco ("Disco 1" p ej) que será el que temías haber perdido y que habrá tenido conflicto con otra letra de unidad usada por otro/otros discos, que debería figurar también como "básico", y que deberás "renombrar" con la opción "Cambiar letra de la unidad".
La asignación de letra de unidad también se podría hacer mediante alguna aplicación, como el caso de la libre y gratuita SeeMe (http://seeme.cogit.net/) que identifica todos los volúmenes de disco extraíbles que tienen datos pero sin letra de unidad asignada (como los no reconocidos) que marcará como "elegibles" para proporcionarles una nueva letra de unidad.
Llegados a este punto, es probable que la mayoría de los que han venido a parar a esta entrada ya hayan solucionado su problema, pero habrá unos cuantos, como era mi caso, en los que todavía estarán preocupados, porque siguen sin solución, y además no consiguen ver por ninguna parte ese disco duro externo de las preocupaciones
Para la mayoría de casos que he visto, esa será la solución. Pero seguía si ser la mía, porque yo no veía reconocido por ninguna parte ese disco duro, por lo que no podía ni verlo, ni por tanto, desinstalar ni reinstalar.
Existe también la posibilidad de que el problema pueda estar en la configuración de suspensión selectiva de dispositivos USB: botón derecho sobre botón de Windows / Opciones de energía, clic sobre "Cambiar la configuración del plan" del método de energía seleccionado, y allí seleccionar "Cambiar la configuración avanzada de energía", donde habría que expandir la configuración de USB y Configuración de suspensión selectiva de USB, para pasar a "deshabilitar" tanto en "Con corriente alterna" como "Con batería" y Aplicar y Aceptar. A mí tampoco me sirvió.
En plena desesperación me dí cuenta de que si el dispositivo funcionaba, si el puerto estaba bien y si no había un aparente problema de controladores el problema estaba realmente "¡en que no se veía!". Obvio. Lo que está, pero no se ve, es porque ¡está oculto!. Pues la solución pasa por ¡hacer visible lo que está oculto!.
En el Administrador de Dispositivos existe una pestaña "Ver" en la que se puede activar el "Mostrar dispositivos ocultos" PERO esa no es exactamente la solución, pues resulta que el Administrador de Dispositivos sólo muestra los dispositivos, controladores e impresoras que no son Plug and Play, con lo que los dispositivos que instala y no están conectados al equipo (como un dispositivo USB o dispositivos "fantasma") no se muestran incluso activando "Mostrar dispositivos ocultos".
Y aquí está la solución: se crea un fichero de texto con el bloc de notas, con la siguiente instrucción:
@echo off
set devmgr_show_nonpresent_devices=1
cd %SystemRoot%\syst
start devmgmt.msc
Se guarda con la extensión ".bat" y se ejecuta.
A continuación se abre el Administrador de Dispositivos (botón derecho sobre botón de Windows / Administrador de Dispositivos), se abre la ventana de Ejecutar (botón derecho sobre botón de Windows / Ejecutar, o tecla Windows + R) y se escribe el comando "devmgmt.msc" y ejecuta; y ahora sí, se activa en la ventana de Administración de dispositivos, pestaña Ver/Mostrar dispositivos ocultos... Et voilà! ¡ahí aparecen dispositivos USB fijados que no aparecen como instalados!. Se elimina el dispositivo en cuestión, se vuelve a conectar el disco duro externo USB problemático y a seguir funcionando con él.
Espero que os haya resultado de utilidad y ahorrado tiempo y disgustos.